En 1990, Irak estaba gobernada por el dictador Sadam
Hussein, quien anteriormente había mandado a Irak a una guerra con la Irán del
ayatola Ruhollah Jomeini, causando por esto una crisis económica en su país.
Hussein decidió atacar el pequeño emirato de Kuwait, con el 10% de las reservas
petrolíferas del mundo. La invasión sucedió el 2 de agosto, creyendo Hussein
que los Estados Unidos no iban a reaccionar al ataque por el “Síndrome de
Vietnam”, pero el gobierno del Bush formo con países occidentales y árabes una coalición
internacional para liberar Kuwait.
Los árabes de la coalición entraron con la intención que no
se derrocara o asesinara a Sadam Hussein y que Israel no ingrese a la coalición.
Pero los Estados Unidos tenían desde el principio la intención de acabar con el
gobierno de Sadam Hussein al considéralo un obstáculo en sus ambiciones
imperialista dentro Oriente Medio, además secretamente durante la guerra trajeron
equipos israelitas, disfrazados de estadounidenses.
En enero de 1991, la coalición inicio el ataque contra
Sadam, los Estados Unidos bombardearon zonas militares iraquíes y lugares en
Bagdad donde se podría encontrar Hussein, mientras este envió a bombardear Israel
y Arabia Saudita, el ataque a Israel con la intención que este reaccionara e
ingresara a la guerra, saliendo los estados árabes, pero no sucedió por lo cual
en febrero las fuerzas de ataque de la coalición entraron a Kuwait y rodearon a
una parte del ejercito iraquí, mientras que otras partes de este fueron destruidas
al intentar huir por una estrecha carretera hacia Bagdad , mientras que lo que
quedo tras el fin de la guerra fue utilizado para reprimir a los rebeldes kurdos
y chitas que estaban en contra de Hussein.
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