Juventud Revolucionaria

sábado, 27 de agosto de 2016

Pacto de No Agresión Germano-Soviético


«Un pacto de no agresión es un tratado de paz entre dos potencias. Tal pacto, nos propuso Alemania en 1939. ¿Podía el gobierno soviético rechazar esta proposición? Yo creo que ningún país pacífico no puede rechazar un tratado de paz con una potencia vecina, incluso cuando está encabezada  por unos monstruos y caníbales como Hitler y Ribbentrop» (Stalin, 1941)

El Pacto Germano-soviético necesario para la seguridad del primer estado socialista, ha sido el documento más utilizado por las fuerzas revisionistas y reaccionarias para denigrar  el legado del camarada Stalin acusándolo de haber “traicionado a los pueblos”. Los trotskistas lo usan para declarar que ellos tenían la razón, que Stalin “no era comunista”,mentira que desea desacreditar al gobierno bolchevique y decir que Trotsky debía tener el poder.

El Pacto se hizo luego de que los apaciguadores demostraran que su política era de permitir todo a Alemania, mientras esta no choque con sus intereses y elimine a la amenaza de los privilegiados, el comunismo, cuyo mayor ejemplo se daba en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas guiada por Stalin. Su mayor muestra de esto fue no aceptar la alianza anti-fascista y en continuar con sus prácticas que continuaban alimentando la ambición de Hitler como fue la entrega de territorios en Checoslovaquia y Austria violentando la soberanía de estos países.

«Debo confesar la más profunda desconfianza de Rusia. No tengo ni creencia alguna en su capacidad de mantener una ofensiva eficaz, incluso si quisiera Y desconfío de sus motivos, que me parecen tienen poca conexión con nuestras ideas de libertad…» (Chamberlain, 1939)

Así es como Chamberlain, además de menospreciar la fuerza del ejército rojo, demostró que lo no hacia el pacto porque los comunistas no estamos de acuerdo en sus “ideas de libertad” es decir la libertad solo de los capitalistas, la supuesta “libertad económica” existente en el capitalismo que es nada mas que el libertinaje para continuar la explotación de hombre por hombre. Por lo cual para el grupo que estuvo en el lado de Chamberlain era para nada aceptable hacer un pacto con los rojos que querían acabar con sus privilegios. Por lo cual «los gobiernos de Francia e Inglaterra desplazaron a Moscú delegaciones de rango inferior y alargaron las conversaciones sin intención de firmar un tratado militar…» (Hermida, 2007).

Ante las negatorias de los apaciguadores y que era inevitable una guerra con el fascismo, el gobierno bolchevique decidió aplazar el inicio de este conflicto, creando un pacto por el cual no se inicie un conflicto bélico entre Alemania y la Unión Soviética que no es una alianza entre los dos países
Literales del Pacto Germano-Soviético
Art 1. Las dos Partes Contratantes se comprometen a abstenerse en todo acto de violación o acción agresiva, así como de todo ataque de la una contra la otra, ya sea aisladamente, ya sea conjuntamente con otras potencias.
Art 2. En el caso de que una de las Partes Contratantes fuera objeto de agresiones militares por parte de una tercera potencia, la otra se compromete a no proporcionar apoyo alguno, de ninguna manera, a esa potencia.
Art 3. Los gobiernos de las dos Partes contratantes estarán en el futuro en contacto permanente uno con otro, por vía de consultas, con objeto de informarse mutuamente de las cuestiones que afectan a intereses comunes.
Art 4. Ninguna de las dos Partes Contratantes tomará parte en ningún grupo de potencias que, directa o indirectamente, vaya en contra de la otra parte.
Art 5. En caso de litigio o divergencias de opinión que pudieran manifestarse entre las dos Partes sobre cuestiones de cualquier orden, las dos Partes resolverán estos litigios o estas divergencias exclusivamente mediante el intercambio amistoso de puntos de vista o, si fuese necesario, mediante comisiones de arbitraje.
Art 6. El presente Tratado se firma para una duración de diez años, entendiéndose que, en tanto una de las dos Partes no lo denuncie antes de la expiración de este plazo, el alcance de la validez del presente contrato se prolongará automáticamente por un período de cinco años.
Art 7. El presente tratado deberá ser ratificado en el plazo más breve posible. Los instrumentos de ratificación serán intercambiados en Berlín. El tratado entrará en vigor inmediatamente después de su firma
«Presentar el pacto, como hacen los trotskistas, como una turbia maniobra de Stalin, que antepuso los intereses nacionales de la Unión Soviética a la lucha por el socialismo a escala internacional y traicionó al movimiento obrero, es un despropósito colosal y demuestra una grave ignorancia de los acontecimientos históricos». (Hermida, 2007)
Acaso los trotskistas pretendían que Stalin entregue Ucrania y toda la Unión Soviética a los fascistas como lo planificaban los pactos ente el trotskismo y el fascismo, ya gracias a la arrogancia de Trotsky el imperialismo alemán había tomado territorio ucraniano y ahora ellos en su forma de entender el pacto decían que era mas noble que la Unión Soviética se lance a una guerra que simplemente termine en la destrucción del primer estado socialista, a continuar en pie de lucha por un simple pacto de no agresión.

La forma de hablar de este pacto como una alianza, hecha por parte de la burguesía, sujetándose en el protocolo secreto: «en caso de que se produjera un cambio en los territorios pertenecientes al Estado polaco, las zonas de interés de Alemania y la URSS serán divididas aproximadamente según una línea que siga los ríos Narev, Vístula y San» (Pereira Castañares & Martínez-Lillo, 1995), ignorando que la frontera soviética con Polonia era resultado de la Paz de Riga ,que le entrego las regiones occidentales de Ucrania, Bielorrusia y Lituania a Polonia, es decir que en este Pacto, la Unión Soviética solo recuperaba territorio que la burguesía internacional le había conseguido arrebatar durante la Guerra Civil Rusa y la intervención imperialista, además de asegurar una gran seguridad estratégica, que eliminaría las facilidades que podía haber tenido las tropas hitlerianas de invadir al estado soviético.

El estado soviético, los siguientes dos años de paz se preparó para la guerra fortaleciendo la industrialización y la defensa militar del país  en el marco del Tercer Plan Quinquenal (1938–1942) que incluyo la fabricación de armas. En el Soviet Supremo se decidió desde el inicio de la II Guerra Mundial la instauración de la Ley del servicio militar obligatorio, aumentando el número de efectivos humanos, en búsqueda de lograr la victoria de la Unión Soviética contra la fuerzas del imperialismo alemán.

El capitalismo ha intentado de todas las formas posibles incapacitar a la revolución, tergiversar el legado del primer estado socialista y su líder Stalin, llamándolo traidor es la forma como el imperialismo quiere la continuidad de su sistema pero la verdad es que: «Sacrificar la existencia y la seguridad de la URSS, en vez de explotar las contradicciones de las potencias capitalistas, eso sí que hubiese sido traicionar la lucha por la revolución socialista» (Hermida, 2007).

Stalin hizo lo correcto ante la amenaza imperialista y las ambiciones de los apaciguadores. Si los apaciguadores hubieran aceptado un pacto anti-fascista hubieran hecho que la II Guerra Mundial no hubiera causado tantas miles de muerte. Pero no, su visión de Hitler, como quien los iba a librar del bolchevismo les hizo no aceptar ningún pacto con la Unión, le concedieron todo a los nazis. Toda esa ilusión de la burguesía internacional, se rompió el 28 de agosto de 1939 con el pacto firmado en Moscú.

Bibliografía

Chamberlain, N. (26 de Marzo de 1939). Carta a un amigo.
Hermida, C. (Octubre de 2007). El Pacto Germano–Soviético. Unidad y Lucha(15), 144.
Pereira Castañares, J. C., & Martínez-Lillo, P. A. (1995). Documentos básicos sobre Historia de las relaciones internacionales (1815–1891). Madrid: Editorial Complutense.
Stalin, J. (31 de Julio de 1941). Discurso Radiado del Presidente del Comite de Defensa del Estado. En La Gran Guerra Patria de la Unión Sovietica (pág. 132). Moscú, Union Sovietica: Editorial Partenon.


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