Tras el pueblo ver que comúnmente los gobiernos elegidos dentro de la democracia liberal-burguesa resultan en simples servidores del capitalismo que luego de la campaña electoral olvidan las promesas realizadas durante este tiempo y con la constante difamación de los grupos de poder contra el socialismo. El pueblo se encuentra sin opciones que ellos crean fiables.
Sin embargo, aunque el pueblo entienda esto como una verdad, esto no lo es totalmente ya que es claro que existen sectores oportunistas dentro de los partidos, incluidos los de izquierda, la diferencia en la izquierda es que en ellos también existen sectores honestos los cuales intentan construir un mejor nivel de vida para la nación.
Es claro que con las posiciones derechistas, es totalmente imposible construir una mejor nación en la cual exista una equidad entre todos los miembros de la sociedad ya que estos sistemas solo benefician a los intereses de la burguesía, aumentando la desigualdad entre los hombres y el régimen de explotación al tener ellos como medidas para solucionar la crisis los recortes y otras medidas de corte neoliberal. Siendo así que los representantes de la burguesía no pueden salvar al pueblo ya que son los mismos que han traído al pueblo a esos problemas, son parte de ese pasado que se desea y necesita abandonar para lograr un mejor país.
Pero con la izquierda real es muy diferente ya que ellos no representan los intereses de aquella vil burguesía que nos ha mantenido en la miseria, sino que representan al pueblo, el cual es quien debe construir la patria nueva en la cual obtengan todos sus derechos.
El derrotismo solo es favorable para el continuismo de los viejos sistemas políticos de la derecha que pretende conservar sus negocios crapulosos que han causado que el pueblo este como está ahora. Eso es a causa de que el derrotismo reduce votos a las fuerzas progresistas, ya que el progresismo y el derrotismo captan el descontento político al pasado, a la derecha conservadora que se puede mantener en el poder a través de las calumnias al candidato del cambio, que llega a ser ignorado por un grupo de descontentos que deciden no votar por ninguno creyéndolos iguales.
El pueblo debe mantener las esperanzas en un futuro mejor donde pueda construir su bienestar acabando con todas las contradicciones que han dañado el régimen de explotación de hombre por hombre. La esperanza para el cambio solo se encuentra en las izquierdas que son quienes traen las nuevas ideas para el desarrollo del bienestar del pueblo y no solo el de las minorías.
En el contexto político actual del Ecuador estas esperanza solo se puede hallar en el Acuerdo Nacional por el Cambio que ha designado a Paco Moncayo como su candidato a la presidencia de la Republica.
Mientras que las opciones de la derecha se dividen en dos grupos: uno que representa el pasado dejado en el 2007, aquel que el pueblo ya ha rechazado en las urnas pero quiere regresar con sus negocios y represión. Son sus representantes más opcionados Lasso y Viteri quienes ya han integrado gobiernos que han llevado al país represión y crisis, siendo ellos incapaces de tener otra forma mas que una política abiertamente de derecha, aunque más moderada que las correístas.
El segundo grupo es el correísmo que ha sido el gobierno más represor y corrupto del Ecuador, venciendo a León Febres-Cordero y Bucaram, tomando medidas de extrema-derecha y disfrazándolas de izquierda con un discurso vacío con el cual se pretendió engañar a la gente como ya se lo ha había hecho en otros países. Ahora quieren continuar con Moreno y Glas, miembros de este régimen crapuloso.
Todos hablan de cambio, pero en los más opcionados es Paco Moncayo el que demuestra ser la imagen de cambio, por su pensamiento cercano a la juventud, al ya haber demostrado ser un defensor de su patria con la Guerra del Cenepa y en un trabajo honesto como diputado y alcalde de Quito. Es así que, con Moncayo, Juntos Estaremos Mejor.
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