Con el asesinato de María Belén
Bernal en la Escuela de la Policía se muestra nuevamente hasta que nivel llega la
violencia de la Policía Nacional, brazo armado del Estado Burgués.
María Belén Bernal, es parte de
los más de 200 feminicidios de este año en el Ecuador. Pese a estar en una institución
llena de personas cuya función es “Proteger y Servir”, no actuaron y dejaron
que el homicidio suceda pese a los 20 minutos de gritos de María Belén. Un
crimen de Estado donde las autoridades y los policías mantuvieron un silencio
cómplice hasta que el hecho se volvió público y la indignación popular creció,
entonces fue cuando comenzaron con indagaciones y el Ministerio de Interior a
actuar.
Una muestra de lo irracional que
puede llegar a ser el actuar de la Policía, que no actuó cuando vio al
instructor German Cáceres estrangular a María Belén y dejó que los hechos
sucedan en la Escuela de la Policía. Irracionalidad en la que tiene que el
gobierno de Guillermo Lasso y sus antecesores.
El cabo Santiago Olmedo disparo a un delincuente común y luego descargó su arma de fuego sobre él, en total le pegó 12 balas a la espalda sin importar que el delincuente ya hubiera caído. El Gobierno promocionó su actuar, promocionó que a un policía se le fuera la mano y actúe con “cabeza caliente” para dar paso a su Ley de “Uso Progresivo de la Fuerza”. Hasta hace poco buscó que saliera impune para así facilitar que la Policía actúe con violencia para cuando el gobierno necesite de esto para callar los reclamos.
- Véase También: La Fascistización del Ecuador
- Véase También: En Marcha: Responsables por Acción y por Omisión
Para sujetos como Cáceres y otros
esto es carta libre para asesinar siempre y cuando se use el uniforme, asesinar impunemente con el apoyo de una institución llena de casos de corrupción.
Cuando León Febres Cordero y Jaime
Nebot, menospreciaron los derechos humanos para dar paso a los “Escuadrones
de la Muerte” permitieron que pase la desaparición de los Hermanos Restrepo, acusados
por sus captores policías de ser delincuentes fueron apresados, torturados y desaparecidos
el 8 de enero de 1988. Los organismos internacionales lo han reconocido como un
Crimen de Estado, en un momento donde fueron normalizados los excesos de poder en
la Fuerza Pública.
En junio de 2022, el gobierno de
Guillermo Lasso y los empresarios celebraron los excesos de la Policía en
contra de los manifestantes. El Paro Nacional se alargo durante casi un mes en
el Ecuador y tanto Lasso como los grandes empresarios estaban desesperados por
parar una movilización que afectaba a sus negocios. Imágenes de miembros de
Unidad para el Mantenimiento del Orden (UMO), el ESMAD ecuatoriano, arriba de
una tanqueta siendo festejado por los “quiteños de bien” se hicieron virales. Ellos
irrumpían en la Casa de la Cultura, atacaban colegios con gases lacrimógenos
mientras estaban en clases, atacaban las Universidades que servían de centros
de paz mientras, secuestraban a estudiantes y asesinaron a 7 personas; pero
igual eran apoyadas por el gobierno. Con una licencia para matar cada vez más ilimitada
era de esperar algo como esto.
El caso de María Belén es el punto
más álgido de esta violencia, anexada al machismo que prevalece dentro del
Ecuador. Lasso dio más libertad a la Policía para usar su fuerza y eso hicieron.
Vieron que, aunque los manifestantes simplemente marcharan, era un delito que estén
allí que enfrenten los intereses de sus amos y actuaron para defender el “derecho
a trabajar” en la miseria con una violencia totalmente desproporcionada, que no
era igual a gente movilizándose pacíficamente, obligada a defenderse con escudos
de cartón o hechos de aluminio, palos y demás que encontraban en el entorno.
Cáceres actuó con esa misma manera
desproporcionada contra María Belén, una discusión que terminó en estrangulamiento, ignorándolo debido a una absurda disciplina donde los superiores pueden hacer lo que quieran, desde robar hasta mandar a reprimir. Luego, defendiendo el “prestigio institucional”, dejaron que se fuera, que
oculte el cuerpo y escape, tal como ha sucedido con varios otros casos que se mantienen en el silencio, siendo solo una decena de los casos de violencia doméstica por parte de policías, lo que aparecen.
Aceptar que la Policía actúe
violentamente de forma ilimitada no es brindar seguridad es crear régimen de
terror, sin libertad de expresión y sin democracia, donde la Policía te pueda arrestar,
tortura y desaparecer acusándote de ser un delincuente. La represión del estado es irracional y
desproporcionada, el Estado quiere máquinas de matar para las protestas y nada hará
que esta violencia solo se quede en el ámbito laboral.
No es algo que suceda solo en
Ecuador, es un problema en todos los países donde la burguesía se siente
amenazada por el pueblo. En Estados Unidos se sabe que All Cops are Bastards (A.C.A.B) desde mucho antes del caso de George Floyd. Los excesos de las
fuerzas policiales son algo que no les interesa cambiar a los gobiernos, porque
eso quieren, el miedo de las clases trabajadoras hacia la guardia pretoriana de
los ricos, y no les importan cuantas muertes se necesiten para eso.
- Véase Tambien: El Desencuentro de Lasso
- Véase Tambien: CPCCS: De vuelta el Hiperpresidencialismo
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