La llegada del fascismo luego del
fracaso de una política autoproclamada de izquierda que a su vez obtuvo el
poder luego del fracaso de un régimen abiertamente de derecha no es algo que se
haya originado en Brasil. La burguesía como respuesta a los clamores populares
y para mantener sus privilegios lo han usado por varios años.
Muestra de ello aparece en 1918, tras
la Primera Guerra Mundial el estado semifeudal del II Reich Alemán entraba en
crisis en una guerra que se estaba perdiendo. Comenzaba una revolución contra
la monarquía el 9 de noviembre, que lograría sacar ese año del poder,
instalándose un estado democrático-burgués dirigido por el Partido
Socialdemócrata (SPD). La nueva cabeza del gobierno alemán era Friedrich Ebert.
El era socialdemócrata y como ya se conoce, la socialdemocracia es la primera
corriente revisionista del marxismo que preserva el sistema capitalista con
ciertas reformas a este en las cuales convierten al estado en asistencialista para
apaciguar los deseos populares.
El gobierno provisional puesto por la
socialdemocracia utilizaría un nombre tan bolchevique como el de "Consejo
de Comisarios del Pueblo", un calco del nombre del gobierno que hace un
año se había instaurado en la antigua Rusia zarista, sin embargo estos
comisarios venían de apoyadas clase poderosa del antiguo régimen que
solicitaron la ayuda del SPD para salvar sus cuellos y controlar la revolución
haciendo pasar el gobierno del SPD como fruto de la revolución y no como una
reacción de los poderosos que iban a caer ante el avance revolucionario en
Alemania.
Este nuevo gobierno firmara la
rendición ante los aliados y continuara reprimiendo a las fuerzas
revolucionarias y las pretensiones de los espartaquistas de formar una
república socialista, para ello aplico el paramilitarismo con los exoficiales
de Reich que habían organizado las Freikorps. Ebert sería el jefe de estado
alemán el resto de su vida bajo una incipiente democracia y una crisis
económica en un país endeudado por el Tratado de Versalles y en el que subía el
precio, al igual que el desempleo y la falta de productos. La moneda alemana se
devaluaba llegando a valer mas el papel que la cantidad que representaba como
billete.
En esta situación los espartaquistas, que
habían salido de las filas del SPD cuando sus dirigentes se acercaron a la burguesía,
formarían el Partido Comunista (KPD) que seria fuertemente reprimido por el régimen
socialdemócrata que mataría a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, líderes del KPD
asesinados por sus antiguos compañeros del SPD.
Esta actividad de lucha contra la burguesía
le llevaría para 1924 al KPD a convertirse en la cuarta fuerza parlamentaria,
estando debajo de dos partidos que formaban la coalición gubernamental. La
decadente situación alemana bajo la burguesía preveía el ascenso del KPD a
menos que se buscara una solución para repeler el avance marxista.
El 9 de noviembre de 1923 sucedía en Múnich
un intento de golpe de estado organizado por el Partido Nacionalsocialista Obrero
(NSDAP) y antiguos miembros de las Freikorps. El líder de esta organización acuso
al marxismo y los judíos de los problemas de Alemania, haciendo pensar que la
socialdemocracia era también marxista, aunque la verdad es una traición a la ideología.
Tras el golpe fallido, este sujeto fue encerrado, pero al salir obtendría popularidad
gracias a ese discurso en que revivía el patriotismo.
Paul von Hindenburg se volvía sucesor
de Ebert tras aceptar ser candidato presidencial luego de recibir el
consentimiento del ex Kaiser Guillermo II, mientras Adolfo Hitler aumentaba su
popularidad pretendiendo sacar al KPD del juego. El SPD era la primera fuerza
del Reichstag, pero el gobierno estuvo la mayoría de tiempo controlado por
coaliciones de otros partidos en las cuales solo en una ocasión estuvo el SPD,
estos partidos abiertamente de derechas no consiguieron solucionar los
problemas que empeoraron en la crisis de 1929.
El NSDAP se tornará en la segunda
fuerza parlamentaria en 1930 entre el SPD y el KPD, luego en 1933 conseguiría
pasar al SPD y ser los primeros en el Reichstag. Hindenburg, que había tomado
nuevamente la presidencia con apoyo del SPD, aceptaría finalmente el
nombramiento de Hitler como canciller iniciando el III Reich Alemán.
Así el fascismo tomo el poder en Alemania,
por acción de una burguesía que busco por todas las formas posible impedir el
avance del comunismo en el país, siendo la última opción la del fascismo que
con su retórica convertirá en legal el asesinato de comunistas y cualquiera que
le impida sobrevivir al régimen para mantener el sistema de privilegios, sin
importar que esto haya significado para Alemania volver a tener a una persona
bajo el control de todo, extinguiendo la democracia burguesa y retrocediendo a prácticas
del Antiguo Régimen.
Es así como la historia se está repitiendo
en Brasil con Jair Bolsonaro podría ganar la elección gracias a una derecha
obsoleta y a la pseudoizquierda del Partido de los Trabajadores (PT) que ensucio
y saboteo las banderas de la revolución, solo que ahora la decisión final no
esta ni en un grupito de políticos burgueses reunidos en un parlamento ni en un
ex militar al servicio de la monarquía, la decisión esta en pueblo en una votación,
aunque esta no tenga grandes opciones, la realidad es que fascismo es un
retroceso total de la estructura política al siglo XVIII donde la voluntad de
un monarca estaba sobre todo el estado.
- Vease Tambien: Brasil: Entre la Ultraderecha y la Pseudoizquierda
Bibliografía
Exordio.
(29 de Octubre de 2009). Economía alemana (1920-1945). Obtenido de
Exordio: https://www.exordio.com/1939-1945/paises/economia1GER.html
Horrillo Ledesma, V. (s.f.). Ebert, Friedrich
(1871-1925). Obtenido de La Web de las Biografías:
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=ebert-friedrich
Buen ensayo. Sin embargo, parar al fascismo neomilitarista exclusivamente por medio de las elecciones. ¿Cuándo dichas elecciones están decididas de antemano en la embajada yanqui? El PT, la izquierda burguesa, como su epónimo la socialdemocracia, sirve de último parapeto legal, y que a este primer choque dejará inevitablemente a los trabajadores y el pueblo en la estacada. La democracia “nova” ha hecho kaput. Sólo cabe responder con la resistencia comunista y popular extralegal. Ellos nos están en condiciones de dictar pautas, la iniciativa histórico-política ha pasado a nuestras manos.
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