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Juventud Revolucionaria

viernes, 24 de julio de 2020

Bolívar y Marx


«Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos le rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes […]» (Ducoudray Holstein, 1828)

Esta frase forma parte del escrito Bolívar y Ponte de Karl Marx escrita en 1858, una dura critica a la figura de Simón Bolívar, figura que ha sido romantizada en la historia como el Libertador. Lo convierten en un hombre noble y desinteresado (aunque hubiese el más rico de América) pero la cosa no es totalmente así, la ultima muestra de ello es la serie biográfica de Bolívar donde se continua con la romantización llegando a ensuciar el legado de personajes como Francisco de Miranda.

La realidad es que efectivamente Simón Bolívar y Palacios era un miembro de ese grupo de terratenientes criollos y que al ver las imposibilidades de progreso dentro del corrupto Imperio Español convergió en intereses con los de la clase campesina y de los esclavos, remanente de la sociedad previa. Bolívar ingreso en el movimiento independentista americano en el cual, siendo un movimiento democrático burgués, se vieron los conflictos de intereses dentro de la burguesía y clases de poder de la naciente nación.

Con Francisco de Miranda se halla el hecho más criticado, donde una capitulación de Miranda fue considerada por Bolívar como “traición”. Por otro lado, el arresto de Miranda, hecho por Bolívar, fue considerado como una “traición” de Bolívar a Miranda. Lo que si se vio es lo doble cara de las autoridades españolas, usando los enfrentamientos entre el independentismo para su provecho, primero aceptando la capitulación de Miranda y luego aceptando la entrega del quien fuera el precursor de la independencia por Bolívar. Actos traicioneros que ya se verían con el rey Fernando VII primero aceptando y luego rompiendo con la Constitución de Cádiz.

Podemos perfilarlo como antiimperialista al lanzar una guerra contra el Imperio Español, y más tarde, con la Gran Colombia, generaría un rival para otra potencia capitalista, los Estados Unidos. Esto nuevamente mostraría el enfrentamiento entre sectores del capitalismo, enfrentamiento que con el paso del tiempo se acrecentara hasta llegar a las actuales guerras interimperialistas. Ambos países tenían el sueño de ser el país que lleve la democracia a todo el territorio americano.  Era tal la rivalidad entre los Estados Unidos y Colombia, que los Estados Unidos persuadieron a Cuba de no integrar a la Gran Colombia y mantener en el Imperio Español, pese a que Doctrina Monroe era contraria a que los imperios europeos tengan territorio en América. La historia favorecería a los Estados Unidos, cuando Bolívar murió y su sueño de una Gran Colombia se disolvió en medio de las disputas, disputas que igualmente sucederían en Estados Unidos, pero años después y en cuya resolución se acentuarían las bases del nacionalismo estadounidense.

La represión ha sido siempre el punto más golpeado en toda revolución, usado por los detractores de la revolución para desvirtuarla sin pensar en las acciones hechas por los regímenes que ellos defienden y los fines que se persiguieron. Pero para Marx, eso no era asi, pues la historia que le contaron a él y la que nos contaron tanto en todas las escuelas de la extinta Gran Colombia, es muy distinta.

«[] se trasladó por segunda vez a Europa y asistió en 1804 a la coronación de Napoleón como emperador, hallándose presente, asimismo, cuando Bonaparte se ciñó la corona de hierro de Lombardía.» (Marx, 1858)

El origen de algunos términos usados por Marx se encuentran dentro de una satanización que recibió en Europa, ya por parte del Imperio Español o de los cercanos a Miranda. Visiones que veían en Bolívar a alguien que había traicionado al rey o al precursor de la independencia. Incluso en tiempos recientes, desde España se sigue intentando satanizar la figura de Bolívar para favorecer al Imperio Español y exaltar el patriotismo en base a un pasado de genocidios, pero que llevaron “el futuro” a América. Las intenciones de Bolívar que vio Marx a partir de ello, no fueron mas que las de otro Napoleón, otro personaje que abusaría de la palabra “revolución” e “independencia” para formar su propio imperio. 

Lejos de esa concepción, lo que ahora sabemos, producto del internet, nos muestran a un hombre de errores y aciertos, pero con ideas libertarias e intenciones patrióticas de formar un estado en toda América, mas superado por las contradicciones de la burguesía emergente, separada por los distintos intereses regionales de terratenientes, esclavistas, y comerciantes; y los de los pueblos de Hispanoamérica con distintas culturas.

En esta historia quizás hay que destacar la figura José Joaquín de Olmedo, el presidente de la “Republiquita” de Guayaquil, que paso por una historia de amor-odio hacia Bolívar, derrocado días después de la Batalla de Pichincha, el 11 de julio de 1822, por las tropas de Bolívar. Luego de ello pasó tiempo en Perú hasta reconciliarse con el Libertador e invitarle al Perú para que coopere en la lucha. Fue embajador de la Gran Colombia en Inglaterra hasta que en 1827 regreso a Guayaquil para gobernar la provincia y luego integrarla en el Estado del Ecuador.

Olmedo y Bolívar tenían algo en común y algo de diferente, ambos seguían las ideas de libertad y progreso, pero no seguían la misma idea de nación. Era la Gran Colombia y la República de Quito, un país que se forjaba de en base a la historia de la unión de pueblos indígenas en el denominado como el Reino de Quito. Para Bolívar, en cambio, su objetivo era un estado fuerte centralizado en la Gran Colombia, generar un sentimiento de nación por toda América, desconociendo las diferencias de cada territorio con cultura e intereses diferentes.

«Bolívar comprendía que la transición de un régimen esclavista a una “democracia cabal” (de la burguesía) debía lidiar con el desconocimiento de los organismos representativos y el atraso político.» (Semanario En Marcha, 2010)

Reconozco el inmenso ego de Bolívar, tan inmenso para que le pongan su nombre al Alto Perú, mas eso esta inscrito en el individualismo parte del pensamiento de la burguesía,  pensamiento que no se superaría entre los grupos revolucionarios hasta la llegada del socialismo científico. Esa misma naturaleza lo llevará a buscar un sistema casi meritocrático, entendiendo las debilidades de la democracia en Latinoamérica, con problemas como la corrupción aún prevaleciendo y un desacuerdo entre el centralismo y el federalismo. Entendía que se necesitaban de medidas más fuertes para la consolidación de la República aquí que en los Estados Unidos o en Francia. Lamentablemente, entre oportunistas y gente honestamente preocupada por la deriva en un nuevo bonapartismo, la Gran Colombia terminó disuelta. En la Constitución de 1830 del Ecuador, se muestra que algunos legisladores de la naciente nación todavía tenían fe en ese proyecto, dando vía a una reconstitución que al final no se logró.

Algo que hay que criticar duramente a las los revolucionarios democráticos-burgueses de nuestros países es su incapacidad histórica de poder mantener la unidad para llegar a un objetivo común que permita el desarrollo de una potencia. Ahora vemos las consecuencias en una Gran Colombia repartida entre los Estados Unidos y China; con Venezuela bloqueada, Colombia en guerras internas y con la fascistización más avanzada, y el Ecuador sometido a la corrupción hasta en plena pandemia.

Es imposible que, con la burguesía, un sueño tan grande fuese imposible. Solo imaginar a la burguesía latinoamericana actual aceptar perder una parte de su poder en los países para favorecer la creación de un país llamado América es imposible, solo quedando en la demagogia de Álvaro Noboa (quien de llegar a la presidencia del Ecuador, de seguro no cedería el puesto que ha esperado tener desde 1998). De suceder, su fragmentación sería inevitable con la burguesía en el poder, ya tenemos más  ejemplos con la Confederación Perú-Bolivia y las Provincias Unidas de Centroamérica, que tampoco sobrevivieron a la historia en las disputas burguesas y las diferencias culturales. Diferencias que encima los burgueses decidieron aprovechar para iniciar guerras entre los pueblos de Latinoamérica, la última en la Guerra del Cenepa. Incluso ahora, fuera de nuestro continente, vemos como la Unión Europea (UE) se desintegra y las Naciones Unidas (ONU) se enfrenta a la bravuconadas de Donald Trump;  mostrando que la burguesía no tiene interés en la "globalización" y "integración regional" nomás cuando responde a sus intereses económicos.

En tanto a la relación de Bolívar con las mujeres es una cuestión que tendrán que juzgar María Teresa del Toro, Manuela Sáenz, Josefina Machado; algo que no compete a mi o a otros juzgar. En la historia son varios los hechos idealizados, como el caso de la participación de Abdón Calderón en la Batalla del Pichincha, que forman parte de lo usado para forjar la identidad nacional. La labor de los pueblos es dejar a un lado esos mitos y hallar la verdad junto con los aportes, errores y crímenes de los personajes en la historia, para abrir el camino hacia la sociedad nueva. La critica de Marx a Bolívar, no debe ser ignorada, sino que debe ser analizada de ese modo, para construir la sociedad socialista que lleve al fin de la desigualdad, sueño que no lograron concluir los revolucionarios burgueses por su pensamiento apegado al mantenimiento de su clase.

«No se puede ser marxista sin sentir el más profundo respeto por los grandes revolucionarios burgueses a quienes la historia confirió el derecho de hablar en nombre de las “patrias” [] que en la lucha contra el feudalismo elevaron a una vida civilizada a [] las nuevas naciones.» (Lenin, 1915)

Esto nos da espacio para hablar de la falsedad de aquel “dogmatismo” y “culto a la personalidad” con la que la derecha nos pretende encasillar, pues el socialismo científico es una un pensamiento proclive a cambios acordes al desarrollo tecnológico de la sociedad que ha acumulado conocimientos con el paso del tiempo siendo los mas importantes pensadores Karl Marx, Friedrich Engels, Vladimir Lenin, Joseph Stalin, entre otros que han desarrollado sus ideas acorde a la filosofía materialista y las palabras de sus antecesores dentro de esta línea de pensamiento.

Referencias

(Podcast) Simón Bolívar y la historia de su enojo con Guayaquil. (6 de Febrero de 2020). Obtenido de El Universo: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/02/06/nota/7726719/podcast-simon-bolivar-historia-su-enojo-guayaquil

BBC News Mundo. (20 de Julio de 2020). Cómo fue la Gran Colombia, la ambiciosa república que dio lugar a 4 países de América Latina. Obtenido de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=d1kdOny_ufM

Gil, A. (4 de Marzo de 2020). Bolívar y Miranda: crónicas de una traición. Obtenido de elestado.net: https://elestado.net/bolivar-miranda-cronicas-traicion/

Lenin, V. I. (1915). La Bancarrota de la II Internacional. En V. I. Lenin, Obras Escogidas de Lenin (Tomo V) (págs. 99-121). Ginebra, Suiza: Progreso. Obtenido de https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas05-12.pdf

Maita Ruiz, J. G. (7 de Agosto de 2016). Estados Unidos y la Gran Colombia, 1823 – 1826. Choque político y estratégico. Obtenido de Terrestrium ac Navalium. Historia militar, naval y de las relaciones internacionales.: http://terrestrium-navalium.blogspot.com/2016/08/estados-unidos-y-la-gran-colombia-1823.html

Marx, K. H. (1858). Bolívar y Ponte. Obtenido de Marxist International Archive: https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/58-boliv.htm

Semanario En Marcha. (23 de Junio de 2010). Simón Bolívar demócrata, anticolonialista y republicano. Obtenido de Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador: https://www.pcmle.org/EM/spip.php?article3574

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