Hoy, el 20 de enero del 2021, debe posesionarse Joe Biden como nuevo presidente los Estados Unidos de América tras el gobierno de Donald Trump, que llevo a que el racismo, la xenofobia, y el anticomunismo de la sociedad norteamericana se alzaran como nunca antes. Ahora con Trump baneado de Facebook y Twitter tras el asalto al Capitolio, donde la represión policial brillo por su ausencia, no como en las protestas contra el racismo del año pasado donde Washington D.C. estuvo bajo toque de queda, Biden llega con un discurso “progresista” al gobierno nuevamente.
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- Véase También: Estados Unidos en Crisis
Impeachment y Baneo de Trump
Estados Unidos se encuentra en crisis tras años de alentar al fascismo, pero ningún presidente lo ha alentado tanto como Donald Trump en cada tweet y publicación hecha con prepotencia y odio hacia todo aquel que no esté bajo su concepción de los Estados Unidos. Pese a esto recién hace poco Facebook y Twitter decidieron tomar acción, tras 4 años de un discurso de odio del que han sido cómplices de difundir y que solo censuran ahora por miedo a que las guerras y dictaduras que permiten que existan y hablen en otros países por favorecer a sus intereses económicos y políticos (como parte de la burguesía imperialista), lleguen a los Estados Unidos, a sus hogares, y amenacen su estilo de vida.
Cuando hablamos del impeachment, el cinismo es mayor, pues el Partido Republicano, que se había convertido en el partido de Trump, está dándole la espalda a su líder y podría dar votos a favor de la censura de Donald Trump y la perdida de sus derechos políticos, preocupados por los grupos conspiranoicos de ultraderecha que han estado alimentando y que ahora dan golpes a quienes los crearon para auspiciar un sinnúmero de guerras con la única intención de adueñarse del mundo.
Trump será el único sentenciado por los Partidos Republicano y Demócrata a un crimen del que han sido cómplices, el crimen de resucitar el fascismo y las ideas de superioridad, pero no será el fin de esta tendencia a la que el capitalismo nunca ha considerado una gran amenaza, por nunca haber perdido totalmente sus privilegios con esta ultraderecha en poder y los seguirán alimentando para servir a sus intereses belicistas
- Véase También: Redes Sociales al Servicio de la Burguesía
- Véase También: El Partido Republicano: Conservadurismo que lleva hacia Trump
¿Qué Esperar de Biden?
Pese a todo el discurso “progresista” de Joe Biden, es muy diferente lo que dice con lo que ha hecho y puede volver a hacer en este gobierno que asumió un aire democrático, feminista, antirracistas, y muchas cosas más, solo para marcar distancia frente a Trump y el conservadurismo republicano, y ganar la elección presidencial ante una política que, por su incompetencia, también era una amenaza a los privilegios que el imperialismo había conseguido con la globalización.
La Organización del Atlántico Norte (OTAN) a punto de ser rota, mientras Donald Trump reorganizaba los bloques imperialistas, reforzando su relación con el sionismo, Emiratos Árabes, Nor-Corea, y Rusia. Las guerras comerciales causaron tensiones con países como China, Irán y la Unión Europea que pudieron desembocar en guerras, pero que no llegaron a actos de violencia, exceptuando la muerte de Qasem Soleimani, como seria guerra que desato en los mismo Estados Unidos por su discurso racista y bravuconadas llevando a protestas en Washington, toque de queda, y militares por todo el país.
Ahora con Joe Biden esperan recuperar estas relaciones, lo que significara beneficios para los ricos, pero la afectación de los pequeños empresarios y trabajadores de los países involucrados en los Tratados de Libre Comercio (TLC) que vengan, ante una competencia difícil de ganar ante monopolios multinacionales, que “obligaran” más recortes de salarios y despidos a trabajadores.
A su vez, las guerras que estuvo a punto de iniciar Trump en Irán o Venezuela, pueden estar a punto de iniciar o seguir tensionándose la cuerda como ya lo hacía con Barack Obama. El racismo y fascismo puede ralentizarse, pero seguirá avanzando con un personaje que en lo 70 apoyaba posiciones raciales similares a Donald Trump, pues el racismo seguirá siendo necesario para la agenda geopolítica estadounidense donde se incentivará la superioridad de la “democracia y libertad estadounidense” para seguir difundiendo por la fuerza esta “libertad”, lo que significa usar el pueblo estadounidense para expandir el poder de su burguesía.
Por ello, Estados Unidos no cambiara el curso de su historia mucho, siendo lo único que se evitó con la llegada de Biden es, posiblemente, que Trump continúe aumentando las tensiones y que en 2021 el fascismo abierto tome control absoluto de la potencia.
¿El Fin de Trump?
- Véase También: La Fascistización de los Estados Unidos
Sin importar que no pueda ser electo nuevamente como presidente, que ya no pueda estar en Twitter, Donald Trump seguirá buscando la forma de regresar como un caudillo de la política estadounidense. La ultraderecha yanqui ha hecho un culto alrededor de Trump, y difícilmente no va aprovechar esto de alguna forma. Quizás ponga a un hijo o un títere de presidente como lo han hecho o intentado caudillos como Rafael Correa en Ecuador, Álvaro Uribe en Colombia, los Fujimori en Perú, Vladimir Putin en Rusia, entre otros; manteniendo esta falsa dicotomía entre el Partido Demócrata, al que ya han apoyado facciones republicana-conservadoras, y Donald Trump.
Ya estamos viendo como alienta a sus opositores tomando decisiones en sus últimos días en el poder, aumentando las tensiones con Irán, reforzando relaciones diplomáticas con Taiwán, acusando de terrorismo a Cuba e impidiendo deportación de los venezolanos por 18 meses, todo esto más con la intención de seguir dando aliento a sus simpatizantes y generar futuros conflictos con el gobierno de Biden, que ayudar a alguien, pues sabe como es que lo ve esa ultraderecha que tanto lo ama.
Alrededor del mundo la crisis del capitalismo ha generado el fascismo para mantener los privilegios de la burguesía, culpables de la crisis, y usar como chivos expiatorios a algún pueblo extranjero. Estados Unidos no fue la excepción, y los latinos y árabes fueron los acusados de la crisis por el simple hecho de querer trabajar y hacer cualquier cosa para sobrevivir; pero esto no es importante para la ultraderecha que extrañamente puede distinguir el mal en Hillary Clinton y Barack Obama, pero por alguna razón Trump, que también es rico y también se ha estado aprovechando del sistema estadounidense, es una especie de “mesías” para ellos gracias a distintas teorías de conspiración, sin evidencia real, que permiten dar una distinción a Trump frente al resto de ricos y poderosos que no existe y que solo sirve para seguir extendiendo la agonía de la dictadura del capital con un nuevo rostro.
Siempre se ha sabido que el fascismo no se lo derrota votando, al fascismo se lo derrota en las calles, en la lucha y el eso quedo demostrado con el asalto al Capitolio, al poder verse la fuerza paramilitar de la ultraderecha y el desinterés de las fuerzas de represión de la burguesía en eso. Tiempos difíciles esperan a la humanidad si el fascismo sigue levantándose, y seguirá levantándose mientras exista alguien que lo necesite de este régimen autoritario para preservar su riqueza.
- Véase También: Fascismo: Degeneración del Capitalismo
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