Desde inicios de mayo, ha existido una Huelga de Guionistas en Hollywood que tras extenderse a los actores está parando la industria cultural estadounidense. Los creadores y los intérpretes de las historias que se exportan a todo el mundo, los que generan las ganancias a Disney, Warner y demás grandes del cine norteamericano. Parece ser que tanto escribir películas en torno a importantes dirigentes populares, o han adaptado y creado ficciones críticas con la realidad política, han sido contaminados por el pensamiento de esos personajes. Ahora son ellos quienes exigen sus derechos ante compañías que se han negado ha escuchar sus reclamos.
Esto no es más que otra historia de explotación del hombre por el hombre. Un sistema que explota a todos los trabajadores sin importar el tamaño de sus sueldos, donde las ganancias son repartidas siempre a favor del burgués.
Guionistas, animadores y equipos de efectos visuales llegan a resultar los más afectados en Hollywood al no tener que dar la cara para crear los productos, enfrentándose a la misma situación de desequilibrio de poder que sufre el resto de las clases trabajadoras. Los actores, en cambio, tienen cierta ventaja para negociar sus contratos, pero aun así su situación de trabajador explotado se hace visible conforme los avances tecnológicos generan nuevas fuentes de ganancias y la burguesía busca las formas para llevarse todo.
La Explotación Capitalista
En el capitalismo, la burguesía es la propietaria de los medios de producción. Los trabajadores venden su tiempo y mano de obra para producir. Gracias a esto y solo a esto los ricos se quedan con la mayoría, aseverando que son los que arriesgan lo más importante, más importante que la estabilidad emocional o la vida de los trabajadores, su capital.
“En el proceso mismo de la producción (el obrero) consume mediante su trabajo medios de producción, convirtiéndolos en productos de valor superior al del capital desembolsado: tal es su consumo productivo” (Marx, 1867)
Pero la realidad es que evidentemente el capital no es lo más importante en la producción. Por si mismo el capital no puede producir un guión, o rodar la película. Se requiere de la fuerza de trabajo de los guionistas para realizar la obra. Para que las cámaras hagan algo y empresas como Disney vendan algo, necesitan de los guionistas, actores, camarógrafos y demás.
La calidad de las obras se ha visto afectada. Lo que los fascistas han culpado a la “inclusión forzada” e “ideología de género” se debe esencialmente a esto, al capitalismo que naturaliza la explotación en el sector del entretenimiento. A menos que se trate de una historia fatalista, quien puede hacer una obra de arte padeciendo complicaciones en su vida, siendo acosado por la carga laboral, pasando horas sin dormir o convivir con su familia para terminara el trabajo a tiempo.
Inentendible es que en los videojuegos esto incluso sea considerado como un hecho que aporta más valor a la mercancía. Le dan un nombre bonito, “crunch”, y dicen que es una muestra de amor al trabajo. Sería inentendible si no fuera porque esta es la naturaleza del capitalismo, donde la explotación es naturalizada con el fin de aumentar las ganancias del burgués y que el con sus “habilidades” para invertir, haga al mundo girar. El autoengaño para justificar la codicia y sentirse importantes.
La Lucha de los Artistas Estadounidenses
No ha sido la primera huelga de escritores. En el 2007, lucharon por un mayor porcentaje de los beneficios de ventas de los DVD. Así mismo, en el siglo XX, existieron distintas manifestaciones de los trabajadores Hollywood contra los dueños de la industria cultural. Las consecuencias de la movilizaciones de los años 1940 fueron la creación de la lista negra y el encarcelamiento de dirigentes sindicales y guionistas acusados de “peligrosa influencia comunista”. Dalton Trumbo, Herbet Sorrell fueron algunos nombres vetados por los dueños de grandes compañías y actores como Jhon Wayne y Ronald Reagan siguiendo el discurso chovinista que asemeja comunismo con ser antiestadounidense.
En 1960, se dio la huelga de escritores y actores ante el surgimiento de la televisión, obteniendo las regalías por emisiones de televisión. Desde 1986 no hubo huelgas de actores, los guionistas en cambio tuvieron una huelga para exigir su porcentaje de las ventas de DVD. En todas estas movilizaciones, los dueños de las productoras consideraron excesivas las demandas, sin importar los millones que genera el cine norteamericano.
Hoy se enfrentan al streaming, donde las ventas discos y los cortes comerciales no son formas de recaudar ganancias, sino las suscripciones a la plataforma, un hecho que sigue sin ser tomado en cuenta en los contratos. El surgimiento de las inteligencias artificiales (IA) ha entrado en debate.
La posibilidad de que actores y guionistas sean desplazados por estas herramientas ha sido puesto como una de las razones. Se vuelve una amenaza para que los actores, quitando a este sector la capacidad para mejorar sus condiciones, relegados a la misma calidad de vida que la mayoría de sus compañeros latinoamericanos, donde la cultura es ignorada por el estado y aplastada por los monopolios extranjeros.
- Véase También: Disney: El Monopolio en la Cultura
Los avances tecnológicos no son enemigos de los trabajadores, son formas en que se ha ido facilitando su trabajo y mejorando su calidad de vida. sin embargo, en el capitalismo, la burguesía siempre la usado con la intención de prescindir de los trabajadores. Ante la destrucción de puestos de trabajo, no se generan nuevas oportunidades, pese a que existan necesidades que aún no se satisfagan.
Las tecnologías han permitido mejor acceso al cine y la cultura, pero Paramount, Disney y Warner no han hecho nada para mejorar los contratos hasta que llega una huelga. Han esperado a que los actores y guionistas se movilicen para reconocer sus derechos, no ha existido voluntad ni solidaridad simplemente porque así no funciona el capitalismo.
La sociedad capitalista es obsoleta, la humanidad simplemente no puede seguir sobreviviendo bajo este régimen que considera a la ambición como el mecanismo para mejorar la calidad de vida, cuando la realidad en que ha creado una sociedad desigual. Un mundo donde han potencias imperialistas y estados vasallos, naciones que luchan por su autodeterminación y aquellas que oprimen, y principalmente burgueses que acumulan la riqueza y el proletariado que produce esa riqueza.
“Esta es una huelga histórica tiene una magnitud que no se había dado en los últimos 40 años, esperamos con las semanas y producto de las millonarias pérdidas que se darán, que por las malas (porque así les gusta) que entienda la burguesía y cumpla con las demandas mínimas de los trabajadores.” (Juventud Revolucionaria del Ecuador, 2023)
Los actores han entendido que no son iguales a la burguesía, son trabajadores, parte de la enorme masa que vive de su propio esfuerzo. En todo el país los sindicatos van en aumento y los reclamos aumentan mientras la crisis y el aumento de la deuda afecta a los trabajadores, pero el gobierno de Joe Biden solo se interesa en los negocios de los grandes empresarios.
Estas luchas todavía son reivindicativas, pensando que puede existir solidaridad en el capitalismo, cuando ha sido siempre con la lucha que se han defendido los derechos de los trabajadores, no han surgido de la buena voluntad de la burguesía. Salir a defender nuestros derechos, ser arrestados, sufrir la represión, no es algo que debemos seguir sufriendo. La lucha tarde o temprano tendrá que ir más allá, y los trabajadores obtendrán la conciencia para derrocar al capitalismo y construir una nueva sociedad.
- Véase También: Historia de la Fascistización en Estados Unidos
- Véase También: Tiranicidios y Derrocamientos en la Animación Mainstream
Bibliografía
Juventud Revolucionaria del Ecuador. (17 de Julio de
2023). Huelga de Actores y Guionistas. Obtenido de Facebook:
https://www.facebook.com/jre.ecuador/posts/pfbid02b7xtGCYoo8pUyuwRH4ibRLbJpygSJdwXL9d8z2zCeDbby4aF4QS29swEp3H5hPV7l
Marx, K. (1867). El Capital. 1867.
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