Tras la caída del Sacro Imperio Romano Germánico en 1805 a
manos de Napoleón, su último emperador Francisco II se quedaría solo con los títulos
de Austria, Hungría y Lombardía-Venecia
estos fueron gobernados con ayuda de su mano derecha Klemens von Metternich. El
ayudo a este a iniciar la expansión del nuevo Imperio austriaco, incluyendo la restauración
y mantenimiento del absolutismo en Europa.
En 1835 murió Francisco I le sucedió su hijo Fernando I
quien debido a su incapacidad mental no pudo gobernar totalmente el imperio,
teniendo Metternich el poder pero finalmente se debilito tras una serie de
revueltas en 1848 su régimen cayo y el, Fernando y el archiduque Francisco
Carlos abdicaron al trono quedando Francisco José como emperador.
Durante el reinado de Francisco José se hicieron mejoras y
se estabilizo el país. En 1867 se creó el Compromiso austrohúngaro convirtiéndose
en Hungría en un estado autónomo en el Imperio. Para 1914 se había vuelto un
gran imperio en el mundo pero en junio murió el heredero al trono el archiduque
Francisco Fernando y el emperador declara la guerra muriendo en plena guerra
mundial en 1916 sucediendo Carlos I.
Durante el reinado de Carlos I el imperio comenzaría desintegración
en 1918 con la creación de la Republica de Checoslovaquia y terminaría en 1919 los
tratados de Saint-Germain y Trianon.
Este fue el último imperio que tuvo la gran casa de los Habsburgo
quedando sin tierras tras la caída de este y además del fin de la última monarquía
absolutista en Europa.