Un sector del Partido Republicano
(GOP) de los Estados Unidos, ha querido separar el actuar de Trump de la
naturaleza republicana, o más bien de la naturaleza del conservadurismo
estadounidense, la verdad es que Trump es la fusión y exageración de todo el
acto que han hecho antes.
- Véase También: Administración Trump
Si bien el GOP inició como una especie
de partido atrapalotodo con propósitos antiesclavistas, lo cierto es que buena
parte de esos sectores tenían una tendencia conservadora, inclusive el mismo
Abraham Lincoln había pertenecido al partido Whig, disuelto en las disputas
sobre el tema de la esclavitud. Sin embargo, cuando se veía el Partido Demócrata
de esos tiempos, que había iniciado a partir del popularidad de Andrew Jackson.
El Whig surgió como alternativa a
Jackson, y cuando la política dejo de estar alrededor de el, sino de la
cuestión de la esclavitud, surgió el Republicano como alternativa al Partido Demócrata
que había satisfecho los intereses de los terratenientes blancos del sur. En
ese nuevo ambiente, el Partido Demócrata fue roto y para unir a los demócratas disidentes,
el Partido Republicano se presentó como la Unión Nacional.
Al final de la Guerra Civil, el Demócrata mantuvo su tendencia conservadora hasta bien llegado el siglo XX, mientras el GOP comenzó a dejar a un lado el antiesclavismo, llegando con el Compromiso de 1877 a devolverle su poder a los blancos de sur, que terminarían poniendo sus leyes segregacionistas que se mantendrían más allá de la Segunda Guerra Mundial.
- Véase También: La Doctrina Monroe: De Aislacionismo a Imperialismo
Para la última década del siglo
XIX, William McKinley llegó a la presidencia con el apoyo de los empresarios. Al
ser asesinado este, Theodore Roosevelt fortaleció la política imperialista con
el “gran garrote”, una adaptación a la doctrina Monroe que fácilmente se puede
usar para invadir Venezuela, sancionar a Cuba. La política republicana actual
seria terminada con los aportes de Joseph McCarthy, que haría del comunismo el
enemigo del pueblo estadounidense; Ronald Reagan, que daría paso al
neoliberalismo y los vínculos con la Asociación Nacional del Rifle (NRA), y George
Bush Jr., quien iniciaría la cruzada contra los terroristas musulmanes. Con todo
esto se ha asegurado su puesto a la derecha mientras el otrora conservador
Partido Demócrata ha pasada a la “izquierda”, en ausencia de comunistas y una
socialdemocracia independiente.
Solo ver el gran escándalo, que lo llevó al impeachment, el caso UcraniaGate. Un intento de Trump de presionar al presidente de Ucrania para que investigue al hijo de su rival Joe Biden. Mismo sucedió con Richard Nixon cuando decidió enviar gente a robar documentos en la sede del Partido Demócrata. También es bueno ver de quien saca su frase “Make America Great Again”, Ronald Reagan, de quien también saco su “gran interés” por la salud de la vida humana ante una nueva enfermedad, dedicándose a hacer hazmerreír de una seria situación como es el VIH-SIDA y el coronavirus, las que fueron para los gobiernos republicanos una enfermedad de gays y una simple gripe-virus chino.
Siempre que los republicanos quieren hacerse los amiguetes tienen que optar por Abraham Lincoln o la imagen parcial de Robin Williams... digo Theodore Roosevelt, pues luego de ellos no ha habido líder tan empático o que no haya seguido un camino fuertemente conservador, apostando abiertamente por la reducción de los derechos de los trabajadores para conseguir el bienestar de los empresarios. Y eso sigue pasando incluso con republicanos anti-Trump, quienes para que su ideología conservadora este acorde a la oposición al presidente, deciden considerarlo un títere de Putin y la “Unión Soviética”, desconociéndose con ello a donde han estado los últimos 30 años. Y así es la cosa, ante la crisis del sistema, los republicanos desertores buscan culpar al comunismo de sus malas decisiones, pues todo ese radicalismo de Trump, directamente influenciado por los ideales del GOP, termina amenazando lo que han construido el Partido Republicano y Demócrata, al imperialismo.
- Véase También: Fascismo: Enemigo del Conocimiento
Putin se favorece sin mover un dedo y el socialismo científico también, pero no es porque estén en una conspiración trumpista-comunista-masónica, sino porque es parte de la historia que el capitalismo al estar amenazado opte por el camino del fascismo, camino que se ha cruzado ante la crisis que sufre la clase trabajadora y la necesidad de los capitalistas de buscar un culpable antes de quedar al descubierto. Ahora la fascistización incrementa la crisis, que se hace, pues echar la culpa a Trump y extender la vida del capitalismo haciendo uno que otro sacrificio como son que musulmanes y latinos sean discriminados, que la clase trabajadora se pelee mientras la burguesía disfruta y que surjan fascistas para que luego la democracia burguesa se vea mejor frente a un engendro que ellos generaron.
- Véase También: Fascistización de los Estados Unidos
- Véase También: Red Phoenix: Periódico del Partido del Trabajo Estadounidense
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